Ser madre y emprendedora puede sentirse como caminar por una cuerda floja a gran altura. Querés ser la mejor mamá para tus hijos, pero también querés que tu negocio prospere, y en medio de todo eso… no querés olvidarte de vos misma.
El mito de “tenerlo todo bajo control” nos presiona desde todos lados: redes sociales, expectativas externas, incluso nuestras propias ideas de lo que deberíamos estar haciendo.
Pero la realidad es que encontrar un equilibrio no significa hacerlo todo perfecto. Significa priorizar, pedir ayuda, y (a veces) aceptar el caos con gracia.
Hoy quiero hablarte sobre cómo es posible construir un negocio digital sostenible mientras vivís plenamente tu maternidad, y qué estrategias pueden ayudarte a lograrlo.
El desafío de las mamás emprendedoras: Realidad vs. Expectativas
Muchas mamás deciden emprender porque buscan algo más que un ingreso; quieren flexibilidad, autonomía y, sobre todo, tiempo para estar presentes con sus hijos.
Un estudio publicado por Forbes encontró que muchas madres emprenden para poder pasar más tiempo con sus hijos y tener la flexibilidad de estar presentes en todas sus etapas.Y la pandemia aceleró esta tendencia: la digitalización permitió que muchas mujeres, especialmente mamás, encontraran nuevas oportunidades para trabajar desde casa y diseñar su rutina laboral según sus necesidades familiares.
Pero, aunque los negocios digitales ofrecen grandes ventajas, no están exentos de desafíos.
Si bien emprender puede parecer la solución perfecta, también puede traer una nueva serie de preguntas difíciles:
• ¿Cómo gestionar un negocio cuando tu hijo tiene fiebre y te necesita?
• ¿Cómo mantener un cliente feliz cuando tu bebé decidió no dormir en toda la noche?
• ¿Y cómo dejar de sentir esa culpa constante de no estar más presente ni en el negocio ni en la familia?
Ahí está la clave: no se trata de trabajar más o de ser la mamá “perfecta”. Se trata de redefinir qué significa éxito en tus propios términos.
El mito de hacer todo sola
En el mundo digital, hay una idea muy romántica de la “emprendedora multitasking”. Esa imagen de la mujer que, con un bebé en brazos, responde mails, agenda reuniones y cierra ventas como si fuera un superpoder.
Pero, ¿sabés qué? Nadie puede (ni debe) hacerlo todo sola.
Las mujeres con una red de apoyo, ya sea familiar o profesional, tienen más probabilidades de sostener sus negocios con el tiempo, según un análisis de Emeritus sobre estrategias para mujeres emprendedoras.
Delegar no es un signo de debilidad, sino de sabiduría. Ya sea contratar a alguien para ayudarte con tareas administrativas o aceptar ayuda para cuidar a tus hijos un par de horas, cada gesto cuenta para liberar tiempo y energía.
Cómo construir un negocio sostenible sin descuidarte
El equilibrio no se trata de dividir tu tiempo en partes iguales entre el trabajo y la maternidad. Se trata de decidir qué es lo más importante para vos en cada momento.
1. Redefiní tus prioridades
Preguntate: ¿Qué es lo que realmente quiero lograr con mi negocio y mi familia? No todo debe hacerse al mismo tiempo, y eso está bien.
2. Usá la tecnología a tu favor
Las herramientas digitales son tus mejores aliadas. Desde programar correos hasta gestionar redes sociales, cada sistema que implementás libera tu tiempo para lo importante.
3. Aceptá que no todo será perfecto
Habrá días en que tu negocio tenga que esperar porque tu familia te necesita más. Y otros días, pedirás delivery porque tenías una reunión importante. Está bien.
4. Reservá tiempo para vos
Esto no es negociable. Aunque sea media hora al día para leer, meditar o simplemente disfrutar una taza de café caliente. Si vos no estás bien, tu negocio y tu familia tampoco lo estarán.
El lado positivo del caos
Aunque emprender y ser mamá puede ser desafiante, también tiene su magia. Estás mostrando a tus hijos cómo es luchar por tus sueños. Les enseñás resiliencia, creatividad y el poder de reinventarte.
Esa es la herencia más poderosa que podés dejarles: enseñarles que es posible construir una vida alineada con tus valores, incluso cuando el camino no es perfecto.
Un último consejo
No tenés que tener todo resuelto para avanzar. A veces, basta con dar un paso: aceptar ayuda, priorizar lo importante o simplemente tomarte un respiro.
Vos no estás sola en este camino. Hay una comunidad entera de mamás emprendedoras que entiende lo que estás viviendo.
¿Qué opinás? Si este artículo te resonó, compartilo con otras mamás emprendedoras que podrían necesitar este recordatorio hoy.